Darío Jiménez que era buscado desde el pasado nueve de noviembre como aguja en un panal, desde el momento que mato a tiros a cuatro miembros de una misma familia en el sector Brisas del Edén, Santo Domingo Este.
Un monstruo, un bárbaro, un criminal a sangre fría, pues dio muerte a tiros primero a su ex mujer Leyda Esmerlin Vicente Sánchez, de 25 años y luego la masacre la termino con sus padres Ángel Robert Vicente Montaño, de 52; Mercedes Orfelina Sánchez Suazo, de 50 y Henrry Antonio Féliz Gómez, de 47, pero también hirió de bala a Orlin Macier Vicente Sánchez, de 26, la cual se recupera en el hospital “Docente Dario Contreras”.
A pesar de los anuncios del pasado sábado hecho por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos donde su presidente Manuel Mercedes, había anunciado que se encontraban muy avanzadas las gestiones para la entrega de Rubén Darío y que la misma se produciría en las próximas horas.
Este anuncio de entrega al criminal le iba por un oído y le salía por el otro. Pues, había decidido su camino y al parecer ya nada le importaba, nada lo detenía para continuar sus acciones diabólicas y criminales.
Hoy, fue su día pues por sus hechos criminales la Policía Nacional estaba buscándolo y al final descubrió donde se escondía.
Darío Jiménez fue descubierto en la cabaña Presidente Santo Domingo Este, donde su guapeza lo llevo a enfrentar a tiros limpios a la policía nacional, muriendo en un intercambio de disparos junto al joven José Luis Mañón de 20 años, quien le acompañaba y falleció de cuatro impactos de balas.
A Rubén Darío Jiménez, se le acabo ya su guapeza, sus actos criminales muriendo de ocho impactos de balas cuando enfrentó con una pistola glock a la uniformada que le gritaba que se entregara.