Las recientes declaraciones del jefe de la Policía Nacional, mayor general, Nelson Peguero Paredes, de que no permitirá que la ciudadanía haga justicia con sus propias manos, no convencen a nadie.
Fíjense ustedes el joven Carlos José Feliz Lora, que andaba sin documentos al momento de ser herido en el ensanche la Paz por una enardecida multitud que trataron de lincharlo, andaba con dos mujeres y otro hombre atracando en un vehículo del transporte público en la ruta de la avenida Independencia.
Muchas fueron las quejas de que en esa zona había un vehículo atracando a los pasajeros. Ninguna autoridad hizo caso hasta el día que se agarro uno de ellos.
Pero las cosas no paran ahí, en el sector de Villa Mella, Santo Domingo Norte, un adolescente fue linchado tras la multitud acusarlo de haberse robado una motocicleta.
También en el sector de Arroyo Hondo, al sur de Santiago, dos haitianos fueron sorprendidos tratando de violar una niña de seis años, al conocer el hecho una multitud trato de linchar a uno de los dos.
Desde la comunidad de San Gregorio de Nigua, hasta la población de Sabana Grande de Palenque, San Cristóbal, un delincuente fue perseguido y luego linchado a palos y pedradas por una multitud.
Pero también recuérdese el vigilante privado Sabino Méndez, que unos ladrones mataron durante un asalto a una sucursal del Banco Popular en la avenida Luperón. La madre, sus hermanas y su esposa aun hoy están pidiendo justicia a pesar que la policía nacional, mató a uno apodado “Batatica”.
Su madre en una silla de ruedas dijo: “Me quitaron a mi hijo de las manos, yo espero justicia.”
Yo, no voy a seguir abundando más sobre este tema, pero quiero decir con claridad no me importa lo que piensen aquellos que defienden a los malditos delincuentes cuando son linchados.
Pues, el procurador, los fiscales, jueces y demás miembros de la justicia dominicana deben ponerse los pantalones y apretar bien sus cinturones para evitar que cuando son detenidos, no sean libertados con facilidades.
Ya, la población dominicana no aguanta más todas estas desgracias que cometen a diario los delincuentes.
Por lo que veo las declaraciones del jefe de la Policía Nacional, no son atinadas. La facilidad con las que salen esos malditos de nuestras cárceles cuando cometen delitos, creo entonces que son los únicos que tienen licencia para matar y hacer lo que le venga en gana.
Estoy seguro que la población dominicana no está de acuerdo con los linchamientos, pero de lo que más seguro estoy es que la población dominicana esta jarta de que muchos de estos desgraciados estén en las calles como si nunca han hecho nada.
Si las autoridades competentes no corrigen la situación, la verdad es que no se a donde esta vaina va a parar. Porque esto se pondrá entonces que aquí nadie podrá vivir.
