De seguir dando tropezones, entonces como dice mi hijo mi cabeza seguirá hueca. La vida nos enseña a quienes las entendemos que vivimos en un mundo dialéctico, que nada permanece igual, que todo cambia. Que ni siquiera podemos bañarnos dos veces en el mismo rio, porque las aguas están de manera constante en movimiento.
La vida a mi me ha enseñado como era mi madre, ser más humilde ante los demás. Es lamentable ella falleció, pero ese legado vivirá por siempre en mi corazón.
Porque tantas maldad, tantos crímenes, tantas mentiras, porque se ama más al dinero que al mismo ser humano. Que es lo que está pasando?
La vida me ha enseñado en fin, que esto no puede seguir así, y que para que las cosas marchen bien debemos llevar en nuestros corazones a Dios. Nada pero nada nos faltara cuando estamos a su lado, vamos amar y a querer con todo el corazón a nuestra progenitora. Así es. Ella lo es todo. Sin ella, no somos nada.
