Y es que, la situación en esos lugares se pone color de hormiga, por los robos y los saqueos a vehículos que dejan estacionados parientes o amigos cuando llegan a sepultar la persona que falleció.
Escandaliza esto tanto por las denuncias constantes de robo que se producen, cometidas por ladrones que están al acecho como aquel o aquellos tiburones en el canal de la mona cuando ven acercarse una yola repleta de personas.
Lo que está pasando en los cementerios, “Cristo Redentor”, ubicado al final de la avenida Monumental, en la zona Oeste de la capital, “Cristo Salvador”, en Santo Domingo, Este, sector San Isidro, y los del interior es terrible.
En esos lugares las tumbas son profanadas, los mausoleos son desmantelados y roban las puertas y verjas y hasta rompen llavines y vidrios de los vehículos de los dolientes en un descuido al momento que están sepultando a su ser querido.
El 7 de marzo del 2012, mientras me encontraba sepultando juntos a otros amigos los restos del periodista Generoso Ledesma, en el cementerio Cristo Redentor, unos malditos, azarosos y desgraciados ladrones aprovechando la situación, rompieron el llavín de mi vehículo y robaron mi arma de fuego.
Después del caso y hasta la fecha la Policía Nacional, no ha dado una respuesta en ese sentido. Hemos hablado primero lo hicimos con el ex jefe policial Polanco Gómez, ahora en varias ocasiones con el actual jefe de la Policía Nacional, Castro Castillo. Nada de nada.
Es peor la situación porque el maldito o los malditos que andan con esa arma de fuego, no están haciendo cosas buenas.
Lo que hay es que en cuanto a los cementerios del país ponerle atención y a quien o quienes robaron mi arma buscarlos donde estén y sean sometidos a la justicia para que respondan.
