Así es, yo también quiero una iglesia sin corrupción, sin abusadores de menores; un Papa en definitiva que enfrente con valentía y decisión todos los escándalos y abusos sexuales en la Iglesia.
Un Papa que procese a todos los involucrados en actos sexuales y maltratos a niños y lo lleve a la cárcel
Pero quiero también un Papa (y aprovechando que es latinoamericano) que visite los países pobres del nuevo continente y casa por casa vea la realidad. Un Papa en definitiva del pueblo y para el pueblo.